Otro agosto que anuncia el paso de un verano más,
un verano que me enseña cómo con un gesto toda la historia cambia y grandes imperios se desmoronan.
Los años pesan, se clavan como espadas, y tú no estás aquí para decirme que mañana sople con fuerza las velas.
Nadie me entenderá si mañana nombro títulos de obras como Sumidos 25, que son tus no asumidos 26.
El tiempo lo cambia todo. Es irremediable luchar contra él.
Ahora nadie puede explicarnos qué pasó, porque solo nosotros lo sabemos, aunque todavía no lo entendamos.