Pongamos parches a nuestras heridas,
dejemos que la vida regenere nuestra piel,
supongamos que el rencor no puede atraparnos
porque somos más rápidos que él.
Besémonos esta noche que dibujas con tu risa y
escuchemos una de nuestras canciones,
bailando lento en un bar.
Déjame observarte otra vez, despacio,
como se hace con un cuadro de Monet,
buscando en su textura
todos los detalles que dejan sus pinceladas en tu piel.