Locura

Viva entre tanta cordura

me siento loca.

El futuro me atormenta casi tanto como tú.

Casi tanto como tu cuerpo.

Casi tanto como un rápido destello que me ciega.

Casi tanto.

Si encuentro las respuestas a mis preguntas,

gritaré para que me oigas, incluso aunque estés lejos, perdido entre mis recuerdos.

Imaginaré que me escuchas y que te convences de que esta locura también te pertenecía.

Vivo entre tanta cordura,

echarás de menos sentirte loco.

 

(in)Finito

El tiempo gira a punto de ser

siempre vida.

Un tiempo tembloroso, que es

luz y penumbra,

cal y arena.

Un tiempo donde se clavan nuestras huellas en las playas de agosto y en las nubes de enero.

Siempre al filo de la finitud de nuestro mundo, en el que comenzamos a andar una noche sin memoria.

Una noche luminosa, semejante a la eternidad, a lo perpetuo,

al incomprensible infinito del sol,

que contempla el despertar del alba empañada de oscuridad.

Ayer. Hoy. Mañana.

Estación abandonada

A veces el corazón es como una estación abandonada. Todo se resume en pedazos que nadie recoge, que a nadie importan. Poco a poco se va deteriorando y es difícil seguir adelante sin algún apoyo, pues a nadie le interesa una estación en la que los trenes nunca se detienen, nunca esperan, nunca saludan. Sólo son un reflejo efímero que se difumina rápido ante cualquier mirada, ante cualquier pasajero.