Deshojar margaritas

Ya no está de moda deshojar margaritas

ni enviar cartas con carmín y perfume.

 

Ya pocos se enamoran leyendo poesía.

Aunque, curiosamente,  tú estás presente en cada sinestesia.

Tienes el sabor de ese aroma.

 

No importa que el tiempo cambie,

sigues siendo primavera.

 

Cuando encuentro tu cuerpo siempre estoy sedienta.

Sabes que si te perdiera, te encontraría.