Comerse el mundo

Llevaba demasiado tiempo rumbo a la deriva, pero por fin había encontrado algo que le devolvía la música a su vida. Las dudas se iban disipando y la confianza en sí misma ya no estaba tirada en un rincón polvoriento. Decidió despertarse y sonreír, dejar de buscar el amor en cualquier esquina. Hoy iba a ser feliz, iba a ser positiva e iba a comerse el mundo. Hoy iba a ser primavera.

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